El lujo del “slow travel”:
La experiencia de conducir vive una revolución inspirada en la filosofía japonesa y con un lanzamiento tan impresionante como el nuevo Nissan ARIYA, un SUV 100% eléctrico que invita a disfrutar de viajar a la japonesa.
En japonés hay infinitas palabras para definir la belleza de la simplicidad y de transitar despacio por la vida. Al mismo tiempo, Japón es un lugar que vive siempre en el futuro: basta fijarse en su tecnología y su modernísimo diseño. Este cruce de conceptos está redefiniendo el lujo y, particularmente, la manera de viajar. El “slow travel” significa una manera de disfrutar del camino, no solo del destino. Consiste en apreciar los pequeños detalles, valorar la comodidad absoluta y dar prioridad a cuestiones como el silencio o la sostenibilidad.
Este ADN japonés, esta manera tan especial de enfocar las experiencias, es exigente y disfrutón al mismo tiempo y lo impregna todo a la hora de viajar, desde la actitud al recorrido y al coche que utilicemos. La compañía Nissan, de hecho, ha imprimido alma japonesa a su flamante nuevo ARIYA. Se trata de un crossover 100% eléctrico - de potencia impresionante y diseño espectacular- que se puede definir como muy “omotenashi”. Esto significa ofrecer más de lo que se espera en este momento, en este lugar y solo para ti: un nivel inesperado de hospitalidad y servicio que describe una actitud hacia vivir el momento y que brinda la oportunidad de atesorar experiencias de mejor calidad, más auténticas y más profundas.
El camino es parte fundamental de la experiencia de un viaje, o dicho en haiku:
cuando uno viaja también viaja uno con el universo.
un viaje por las carreteras más espectaculares del mundo
El lujo a la japonesa
Los japoneses aprecian como nadie la artesanía, la calidad extrema y el servicio personalizado, y priman la experiencia que ofrece un producto. La delicadeza y el buen gusto son parte integral de su identidad; son, posiblemente, los idearios de eso
que ahora se llama "lujo silencioso". De hecho, al ARIYA lo definen como “iki”, es decir, lo opuesto a ser llamativo.
El ARIYA es minimalista, tiene una exquisita atención a los detalles, ofrece una comodidad absoluta y su conducción es 100% eléctrica, suave, silenciosa y sostenible. Representa un nuevo concepto de estilo, el futurismo atemporal japonés, un nuevo lujo que cambia la experiencia del diseño de vehículos tanto dentro como por fuera. Es tan discreto y tan apabullante que es un poco como un oxímoron.
El alma del vehículo tenía que reflejar la esencia japonesa de manera simple, pero poderosamente moderna. Inspirado en los artesanos japoneses, el ARIYA apela directamente a las emociones. Por ejemplo, el motivo Kumiko -una técnica tradicional de carpintería de formas geométricas complejas- salpica detalles del interior del coche. También Sakura, la flor del cerezo que representa un nuevo comienzo, aparece grabada de manera muy sutil en el interior: los diseñadores e ingenieros del ARIYA que querían que el nuevo vehículo eléctrico de Nissan incluyera, oculto a simple vista, este símbolo tan querido del legado japonés.
La experiencia nada más entrar es, también, impresionante: todos los iconos se oscurecen y el motor de arranque queda pulsado esperando a que lo actives. Al presionarlo, las luces cobran vida suavemente, uno se siente en un ambiente arquitectónico similar al de un lounge. Por fuera es igual de sublime: la parrilla delantera reinventada en forma de escudo, su aerodinámica, sus líneas esculturales y minimalistas. Es un diseño pensado para elevar el acto de conducir. Japón en su esencia más pura.
Las mejores carreteras del mundo
La filosofía del “slow travel” para disfrutar desde un ARIYA se puede aplicar en cualquier rincón del mundo. A su altura están las ocho grandes carreteras, lugares espectaculares por su naturaleza, sus paisajes y sus pueblos:
A 32 kilómetros al oeste
de Las Vegas está esta espectacular carretera escénica de 21 kilómetros
que atraviesa el corazón
del cañón de rocas rojizas. Merece la pena madrugar para verlas en todo su esplendor con la luz del amanecer.
También conocida como la carretera de las mil curvas,
cada una marcada con una
letra de un antiguo alfabeto japonés, conecta la ciudad
de Nikko con las montañas
de Oku. Los bosques que la
rodean dejan una impresionante imagen especialmente en otoño, cuando se tiñen de ocre y rojo.
Un zigzag de vértigo en los Alpes italianos, casi en la frontera con Suiza, trepa por la falda de la montaña a través de las 48 curvas cerradísimas que ascienden hasta los 2.760 metros de este paso entre paisajes.
El mejor “road trip” australiano: 243 kilómetros recorren una de las partes más bellas del sureste del país serpenteando entre densos bosques, pequeños pueblos costeros, dramáticos e irregulares acantilados de rocas caliza y arenisca, y unas salvajes playas bañadas por bravas aguas.
Recorre el país de norte a sur, desde la frontera con Bolivia hasta Cabo Vírgenes (Santa Cruz), en la Patagonia más salvaje. Son 5224 km. que atraviesan 21 parques nacionales, 18 importantes ríos y sube a casi 5000 metros. Es la ruta más alta de América, y también la más alta del mundo fuera de los Himalayas.
Un viaje por el ártico: esta es la carretera circular de Islandia, son 1330 kilómetros que pasan por las cascadas Seljalandsfoss y Skógafoss, Dyrhólaey
o la laguna glaciar de Jökulsárlón.
La mejor manera de descubrir el Teide por carretera, zigzagueando pinares canarios, caprichosos roques o cultivos como el de la papa.
Una carretera al borde de un profundo barranco de formaciones rocosas milenarias y según emerge el río dibuja un camino de exuberancia natural: enormes palmeras y la espectacular garganta del Dades.
Mucha tecnología,
poco estrés
Si el ARIYA lleva el placer de conducir a otro nivel es gracias, también, a sus tecnologías rompedoras. Tiene una gran fuerza -con tecnología 4X4 e-4ORCE, doble motor y un exclusivo sistema de tracción integral- y su conducción es suave, silenciosa y fluida. Ofrece estabilidad y seguridad ya que tracciona en todos los terrenos y situaciones, y toma las curvas con control absoluto.
Un dato importante a la hora de viajar es que ARIYA ofrece una autonomía de más de 500 km con 0 emisiones. Y si llevas prisa puedes hacer una recarga rápida en unos 30 minutos para hacer hasta 300 km.
Hay más detalles que son impresionantes, como por ejemplo, el e-Pedal, con el que todo lo que necesitas es un solo pie: pisas para acelerar y levantas para frenar. Solo eso. La conducción es muy personalizable y puedes elegir el modo “sport” para que responda con más genio, eco para consumir menos o nieve para un comportamiento óptimo con esa climatología. En definitiva, una revolución en sencillez: conducir así es más intuitivo y relajado.
¿Te apuntas al “slow travel”?
1. Red Rock Scenic Road
(estados unidos)
. Irohazaka
(Japón)
3. Paso del Stelvio
(Italia)
. Great Ocean Road (Australia)
5. Ruta 0 (Argentina)
6. Ring Road (Islandia)
7. Carretera de La Orotava (España)
8. Desfiladero de Dadès (Marruecos)
