HAZ TAP PARA VER MÁS
Siena
Siena, joya toscana de colinas doradas, guarda en su corazón una catedral que parece esculpida por el sueño de un artista. Sus callejuelas serpentean entre sombras medievales y el aroma a pan recién horneado lo inunda todo. Siena no se recorre, se contempla.
Asciano
Asciano, escondido entre las suaves curvas de las Crete Senesi, es un susurro de la Toscana más auténtica. Calles de ladrillo cálido y silencio antiguo conducen a iglesias que guardan siglos en sus muros.
Montalcino
Montalcino, colgado en lo alto de las colinas toscanas, es un rincón donde el vino y la historia se abrazan. Sus murallas medievales protegen calles empedradas, torres antiguas y vistas que roban el aliento. En cada copa, en cada rincón, Montalcino destila carácter y calma.
Pienza
Pienza, con sus calles armónicas y su perfume a pecorino, es una parada perfecta en una ruta en moto por la Val d’Orcia. Llegar en dos ruedas permite saborear cada curva del paisaje ondulado, cada postal viva de cipreses y campos dorados.
San Quirico d’Orcia
San Quirico d'Orcia ofrece un alto encantador: jardines renacentistas, piedra antigua y calma infinita. El trayecto desde Pienza es puro deleite visual, ideal para perderse sin prisa.
Castiglione d’Orcia
Ascender en moto por los caminos sinuosos de Castiglione d’Orcia, escondido entre colinas suaves, regala vistas espectaculares y una sensación de libertad pura. El pueblo, con su torre vigía y su aire medieval, invita a una pausa tranquila.
Monticchiello
Monticchiello parece detenido en el tiempo, con sus calles empedradas, flores en las ventanas y vistas inigualables del Val d'Orcia.
Campiglia d’Orcia
Encaramado a las laderas del Monte Amiata, Campiglia d’Orcia parece querer camuflarse con el paisaje. Anónimo y bello a un tiempo, con iglesias románicas que traen ecos del pasado.
Radicofani
El viaje culmina en Radicofani, con su centenaria fortaleza, imponente y serena, coronando paisajes que quedarán para siempre en nuestro recuerdo.
