La inversión en I+D sigue siendo una prioridad estratégica para las empresas españolas. A pesar de ciertos retrocesos, el 48% de las organizaciones tiene previsto destinar recursos a iniciativas de investigación y desarrollo, cinco puntos por encima de la tasa de la Unión Europea y de la registrada en España hace un año. Especialmente destacada es la atención que se presta a la inteligencia artificial, que atrae el interés del 57% del tejido empresarial, consolidándose como una de las principales palancas de crecimiento y diferenciación competitiva.
Además de la tecnología, las empresas reconocen la importancia del talento humano como motor de crecimiento. Cerca del 48% de las compañías españolas planea realizar nuevas contrataciones, superando la media europea y mostrando una clara apuesta por el crecimiento. Asimismo, el 46% de las organizaciones tiene previsto incrementar su inversión en formación para sus profesionales, manteniendo este compromiso estable respecto a trimestres anteriores.
En un entorno internacional marcado por la volatilidad, las empresas españolas están intensificando sus inversiones en tecnología para fortalecer su competitividad. Según el International Business Report de Grant Thornton, el 60% de las organizaciones del middle-market en España tienen previsto aumentar su inversión en nuevas tecnologías durante los próximos doce meses. Este enfoque estratégico busca mejorar la eficiencia operativa y adaptarse a las demandas de un mercado en constante evolución.
El 7,2% de las empresas ha enfrentado fallos en sus sistemas informáticos en el último año, provocando interrupciones en sus operaciones. Para prevenir estos fallos, el 28,4% de las compañías invertirá en herramientas y personal especializado, incluyendo infraestructuras robustas y mantenimiento proactivo.
El 15,3% de las empresas ha experimentado interrupciones en sus cadenas de suministro durante los últimos 12 meses, afectando la disponibilidad de productos y servicios. Estas disrupciones han llevado al 31,5% de las organizaciones a enfocar sus esfuerzos en evitar problemas futuros en la cadena de suministro, adoptando estrategias como la diversificación de proveedores y la digitalización de procesos.
En el último año, el 11,3% de las empresas españolas ha sufrido ciberataques que han afectado negativamente a sus operaciones. Estos incidentes han resaltado la necesidad de fortalecer la ciberseguridad empresarial. En respuesta, el 33% de las compañías planea destinar recursos significativos para prevenir futuros ataques, incluyendo la implementación de soluciones avanzadas y la formación continua del personal.
