Si eres el primero en compartir nueva música antes de que se haga viral, eres un Game Changer.
Si te apuntas a planes de toques alternativos en vez de las típicos clubs comerciales, eres un Game Changer.
Si mezclas lo clásico con lo moderno y encuentras inspiración en todas las épocas, eres un Game Changer.
Si no te conformas con lo de siempre y exploras nuevos sonidos, eres un Game Changer.
Si buscas experiencias auténticas y apoyas a artistas emergentes, eres un Game Changer.
Si crees que la mejor música aún está por escribirse, eres un Game Changer.
Si decides evolucionar y dejar atrás los cigarrillos y consumir IQOS, eres un Game Changer.