La acción política reciente ha aumentado la transparencia y la coherencia de los datos, aumentando la conciencia y el escrutinio por parte de los inversores.
La oferta de oportunidades de inversión sostenible va en aumento, como reflejo del incremento de la demanda, lo que a su vez estimula un aumento adicional de la oferta.
Las compañías con calificaciones ESG más altas tienden a ser más competitivas, más rentables y disponen de mejores controles de riesgos, lo que les genera unas rentabilidades sólidas. Esto ha sido especialmente cierto en nuestro mundo actual, rápidamente cambiante, donde fuerzas globales como el crecimiento poblacional, el agotamiento de los recursos naturales y el cambio climático hacen surgir nuevos riesgos y oportunidades en los mercados.
Las preferencias de los inversores y de los consumidores¹
Cada vez más consumidores e instituciones piden a las compañías que sean responsables desde una perspectiva social y medioambiental. Votan con su dinero – pagando una prima por productos y marcas que invierten con intencionalidad.