Markus Berger-de León
Comentario de McKinsey
Socio senior
Crear una startup es una de las cosas más difíciles de lograr. Pero de los hallazgos de la encuesta resulta sorprendente que cuando las empresas siguen una metodología específica, existe un vínculo claro con el éxito: hay una receta y los datos muestran que funciona. Disponer de esta guía práctica puede resultar útil para los líderes empresariales, que a menudo pueden articular bien sus aspiraciones, pero luego tienen problemas para liderar la creación.
No es raro, por ejemplo, que en este vacío los líderes microgestionen el nuevo equipo empresarial y sigan sus propias prácticas comprobadas, que pueden funcionar bien en una corporación, pero no tanto en el mundo de las empresas emergentes. O adoptarán un enfoque demasiado no intervencionista y luego se sorprenderán cuando las cosas no vayan bien. Una metodología clara incluye un conjunto de hipótesis para validar, una hoja de ruta, un rastreador de indicadores clave de desempeño (key performance indicators, o KPI) y una guía de comunicaciones; cada parte proporciona un punto de referencia vital tanto para el titular (incumbent) como para la empresa.