Costa Rica ES_Sept 29, 2025

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Costa Rica

Pura vida no es solo una expresión. Es una forma de entender la vida, con positividad, gratitud y una conexión profunda con la naturaleza. En Costa Rica, este espíritu se siente en el carácter genuino de su gente, los ticos; en el respeto por el entorno y en un estilo de vida que valora el bienestar colectivo. Aquí, la naturaleza no solo se cuida, se comparte. Más del 94% de la energía que se consume procede de fuentes renovables, casi el 59% del territorio está cubierto de bosques y el país alberga más del 6,5% de la biodiversidad del planeta. Con la abolición de su ejército en 1948, Costa Rica destina sus recursos a la educación, la salud y otras áreas claves para el desarrollo humano. Asimismo, celebra su riqueza cultural a través del mestizaje y la convivencia de distintas tradiciones. No es un país que simplemente se visita. Este país se vive. Caminatas por la selva, ceremonias ancestrales, paseos en kayak o atardeceres inolvidables en la playa... Costa Rica deja huella.

Costa Rica es un santuario natural donde la biodiversidad se manifiesta en cada rincón. Con el mar Caribe al este y el océano Pacífico al oeste, este pequeño país deslumbra con una riqueza ecológica sin igual. Selvas, volcanes, ríos caudalosos... casi el 59% del territorio nacional está cubierto por bosque. Además, más de una cuarta parte de su territorio está protegida por ley. En la región norte, el Parque Nacional Volcán Arenal y el Parque Nacional Tenorio invitan a sumergirse en aguas termales y a explorar bosques repletos de vida. Un poco más al oeste, el Bosque Nuboso de Monteverde, caracterizado por niebla casi mística, alberga una biodiversidad notable y funciona como un hábitat crucial para numerosas especies, incluyendo al quetzal, una de las aves más emblemáticas de la región. En la Costa del Pacífico, al norte, destacan playas como Nosara en Guanacaste, conocida por sus extensas costas de arena clara y olas ideales para el surf.

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Más al sur, en la Península de Nicoya, Santa Teresa y Montezuma combinan olas perfectas con un ambiente relajado. En su extremo sur se ubica la Reserva Natural Absoluta de Cabo Blanco, la primera área protegida del país, fundada en 1963. Avanzando hacia el Pacífico sur, Dominical y Playa Bahía Ballena se convierten en escenarios ideales para la observación de cetáceos y tortugas marinas. Finalmente, la Península de Osa y Golfo Dulce destacan por su impresionante riqueza biológica. Aquí jaguares, tapires y ballenas jorobadas comparten el mismo hábitat, mientras que el Parque Nacional Corcovado se posiciona como uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta. Por su parte, en la Costa del Caribe sur, destinos como Limón y Puerto Viejo combinan cultura afrocaribeña, playas de arena negra, arrecifes y manglares, en un entorno vibrante y único.

Viajar a Costa Rica es, de forma natural, una invitación a vivir con atención plena: el contacto con la naturaleza sustituye a las horas frente a las pantallas, y el estrés cotidiano se disuelve entre caminatas por la selva, baños en el mar o actividades acuáticas. Pero más allá del entorno, el país también ha cultivado una sólida y consciente cultura del bienestar, ideal para quienes desean profundizar en los beneficios saludables del viaje. Uno de los pilares de esta cultura es la alimentación saludable. En Costa Rica, comer bien no solo es fácil, es también un auténtico placer. Gracias a su clima privilegiado y a una biodiversidad excepcional, el país produce una gran variedad de frutas y verduras frescas durante todo el año. Zumos naturales, superalimentos locales como el pejibaye o el anacardo, y platos tradicionales llenos de sabor. Prueba el ceviche de corvina con jengibre y lima, o acompaña tus comidas con la inconfundible salsa Lizano: sabrosa, ligeramente picante y muy costarricense.

Otra invitación al descanso absoluto son las aguas termales que brotan en distintos rincones del país. En Rincón de la Vieja, por ejemplo, las termas de Río Negro se ocultan entre la selva y la piedra volcánica, creando un escenario perfecto para desconectar y recargar cuerpo y mente. También hay espacio para la conexión espiritual. Los rituales de cacao, herencia ancestral de los pueblos originarios, combinan meditación, cantos y afirmaciones mientras se bebe cacao puro en estado casi ceremonial. En paralelo, retiros de yoga en la costa o en la montaña ofrecen espacios de quietud y movimiento consciente, donde la respiración se alinea con los sonidos de la naturaleza. El resultado es una sensación de apertura emocional y bienestar profundo, similar a la que se experimenta al contemplar las puestas de sol en Tamarindo o Junquillal, donde el cielo se enciende en tonos imposibles y todo invita al silencio, la contemplación y la gratitud.

Costa Rica es un paraíso natural que despierta el espíritu aventurero en cada visitante. Desde la inmensidad de la selva hasta la costa, este país ofrece una infinidad de experiencias al aire libre que combinan adrenalina, naturaleza y sostenibilidad. Muchas de las actividades más emocionantes tienen una huella de carbono mínima. Con solo un par de binoculares y la guía de un naturalista local, es posible adentrarse en la selva para observar ranas diminutas, perezosos dormilones, monos carablanca y algunas de las más de 900 especies de aves que habitan el país. Quienes buscan emociones fuertes pueden lanzarse en tirolina. En Monteverde, por ejemplo, el parque 100% Aventura alberga una de las más largas de Latinoamérica, con 1,6 kilómetros de pura emoción. Muchos operadores combinan esta actividad con otras igualmente emocionantes, como descenso en cascadas, rafting en rápidos y circuitos aéreos entre árboles centenarios.

La aventura continúa en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Isla Bolaños, en la provincia de Guanacaste. Con playas vírgenes, formaciones rocosas milenarias y aves marinas únicas, es ideal para hacer senderismo, observar fauna o remar en kayak. El país es también un destino privilegiado para los deportes acuáticos. En el Pacífico, playas como Playa Negra o Pan Dulce son leyendas del surf. En ambas costas, también se puede practicar kayak, paddle surf, navegación a vela o pesca deportiva. Los ríos del país, como el Pacuare, el Sarapiquí o el Reventazón, invitan al rafting y al kayak en todas sus formas. Desde paseos familiares hasta descensos desafiantes para expertos. Además, quienes prefieran explorar el mundo submarino encontrarán en Costa Rica un auténtico paraíso. Destinos como Isla del Caño o los arrecifes de Cahuita ofrecen experiencias únicas para buceadores certificados y principiantes por igual.

Costa Rica es un destino ideal para quienes desean equilibrar su espíritu viajero con el compromiso de cuidar el planeta. Con más del 25% de su territorio protegido como parques nacionales, refugios y reservas, ostenta uno de los mejores registros de conservación del mundo. El Parque Nacional Tortuguero y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Caño Negro son solo dos ejemplos de lugares cruciales para su equilibrio medioambiental. El país alberga el 6,5% de la biodiversidad del planeta. Además, el 94% de la electricidad procede de fuentes renovables. Esta misión verde se vive a lo largo de todo el viaje: en los bosques que cubren más de la mitad del país, en la pureza del aire, en los arrecifes vivos y en el zumbido constante de la fauna, audible incluso desde el balcón de muchos alojamientos. También en detalles cotidianos, como la casi total eliminación de plásticos de un solo uso, un paso clave hacia el objetivo de alcanzar el balance cero de carbono para 2050.

Los visitantes también pueden tomar acción directa para viajar de forma responsable en Costa Rica. Elegir operadores turísticos y alojamientos con Certificación de Sostenibilidad Turística (CST) es una forma concreta de asegurar que las vacaciones tengan un impacto aún más positivo. Mantener una distancia respetuosa con la fauna, desechar correctamente los residuos, seguir la señalización en los parques nacionales y apoyar la economía local comprando en negocios locales son otra forma de contribuir. Además, existen múltiples oportunidades para participar en proyectos de voluntariado en Costa Rica. Desde la limpieza de entornos naturales hasta la protección de animales, pasando por iniciativas educativas, hay muchas causas con las que colaborar, ya sea durante unas horas o varios meses. Además, algunos de estos programas ofrecen la posibilidad de convivir con familias costarricenses, lo que añade una experiencia de inmersión cultural auténtica y profundamente enriquecedora.

Sabías que...

Costa Rica alberga una de las cinco "Zonas Azules" del mundo, donde las personas tienen una esperanza de vida excepcionalmente alta gracias a su estilo vida saludable y su entorno natural. Haz clic aquí para descubrir de qué zona se trata y qué caracteriza a estas poblaciones.

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Alojamientos para todos

Para quienes buscan una experiencia más auténtica, existen opciones dentro del turismo rural: pequeñas posadas familiares, casas de huéspedes en pueblos tradicionales o estancias en territorios indígenas. Estos alojamientos permiten un contacto directo con la cultura costarricense, a través de actividades como caminatas guiadas por expertos locales, talleres de cocina ancestral, visitas a fincas agrícolas o noches bajo las estrellas en tiendas domo. Si no puedes decidirte por una sola experiencia, la buena noticia es que no tienes que hacerlo. Costa Rica es perfecta para un recorrido con varias paradas, combinando paisaje y estilos de vida muy distintos en distancias cortas. Y como suele pasar con quienes visitan por primera vez el país, probablemente te quedes con ganas de volver, en busca de más naturaleza, aventura, bienestar y hospitalidad genuina.

La oferta de alojamientos en Costa Rica es tan rica y variada como sus paisajes naturales. Desde exclusivos resorts de lujo con piscinas infinitas y acceso a playas escondidas, hasta lodges ecológicos en lo alto de la montaña o junto a la selva, hay opciones para todo tipo de viajero. También encontrarás complejos con campos de golf, spas de primer nivel (algunos con aguas termales) y áreas recreativas ideales para toda la familia. Muchos de estos alojamientos están certificados por el programa de Certificación para la Sostenibilidad Turística (CST) impulsado por el Instituto Costarricense de Turismo. Al elegir entre esta lista de alojamientos, los viajeros apoyan proyectos comprometidos con la sostenibilidad ambiental y el desarrollo social de las comunidades locales.

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